SOSIEGO Es de noche, despierta el ímpetu del viento azotando las palmeras de mi sexo que espera ansioso la hora mutua, reservada por tus labios. A puro roce de metáfora, gozas cada línea, provocan deseo en mi inocencia abandonada, andas sobre mi piel trémula, blanca y en aparente calma. Atrae tu propuesta, el juego e intercambio anónimo, te imploro, eres un demonio que recién vuela sobre mis abismos en círculos. Buscando con ahínco mi fuente interior que sacie tu sed de poseer la madrugada en su profundidad, sin llantos ni fe en el amanecer. Duermes un poco y me escribes, me buscas, me encuentras dispuesta a complacerte sin remordimiento, sin culpa ni obtuso pudor. Sombrío y nocturno, absorbes las llamas que brotan de mi piel al unísono de tus palabras, liberando mis oídos del ayer. Ya no escucho los gritos del mundo, sólo tu voz, la canción con la que mi cuerpo vuelve a despertar húmedo, desnudo de fantasías. Llego acompañada a la cumbre, admirando la órbita del sol, diluida mi prim
